Apenas leer el nombre de esta ruta de senderismo, supe que debería estar allá y recorrerla entera. Nada mejor para escapar un día de la ciudad, que alejarse en las montañas, caminar y caminar. Mejor aún, cuando estas se encuentran tan cerca del centro y lleva tan poco tiempo llegar hasta ellas.
Ya había mirado varías veces en el mapa de Génova, que muy cerca de su centro histórico, se encuentra una zona verde enorme, que por la cantidad de cotas de nivel, ya daban una idea de lo altas que eran. Aún así, me sorprendí muchísimo al buscar el punto de partida y darme cuenta de que solo era necesario tomar, al lado de la iglesia de la Anunziata, el funicular Zecca-Righi -que además está gratuito- y bajarse en la última parada Righi.
Se trata de varios fuertes –Forti en italiano- construidos entre los siglos XXIV y XIX para la defensa de la ciudad, en diferentes momentos de su historia. Con el tiempo han quedado inutilizadas, algunos ya convertidos en ruinas, pero al tiempo se nota qué se está haciendo un esfuerzo por darles un nuevo uso, a través de asociaciones o grupos que se encarguen de ellas. Por ejemplo, en el de Tenaglia, me encontré un aviso de “no entrar, propiedad privada”.
Una buena parte del recorrido transcurre a lo largo del sendero della mura, aunque con frecuencia el nombre del sendero corresponde al de la fortaleza a la que dirige, como la via al forte di Begato o la salida al forte della crocetta. De todas maneras el nombre del camino es lo menos importante, a veces hay incluso tres paralelos, aunque no siempre da igual cuál se elige. Por eso, hay que andar con mucho cuidado; también por la cantidad de piedras y lo desigual de las superficies.
Diría que aquí más que nunca, la meta es el camino, pero llegar arriba y ver Génova, ver su puerto, los barcos, el mar, es una gran recompensa. También los fuertes de Diamante y fratello menore que se ven tan lindos en sus colinitas, hacen que haya valido la pena tanto esfuerzo. Después de casi 6 kilómetros y dos horas de camino, alcancé el punto más alto, a 570 metros sobre el nivel del mar. Aquí decidí no seguir subiendo, pero si lo hubiera hecho por el sendero de las serpentinas, habría llegado a los 610 msnm, después de casi 9 kilómetros de senderismo. Continué hacia abajo, en sentido oeste, donde me esperaban los dos últimos fuertes.
Y así, después de 14 Kilómetros de caminata, regresé a casa feliz. Hace tiempo no tenía una experiencia tan maravillosa como esta, por la ruta de las fortalezas genovesas.